SALUD DENTAL EN EL EMBARAZO
El embarazo no es excusa para retrasar el cuidado (personal y profesional) de la boca, sino precisamente se convierte en todo lo contrario: una obligación que nos debe llevar a intensificar los cuidados bucales.
Antiguamente se decía que cada embarazo era un diente perdido. Hoy sabemos que esto no es así, ahora contamos con los conocimientos y estudios suficientes para saber de forma más clara qué ocurre en la boca de la mujer durante estos nueves meses en los cambian tantas cosas en todo el organismo. Para resolver todas las dudas más comunes que surgen en cuanto a este tema, vamos a arrojar un poco de luz sobre el asunto y desterrar algunos falsos mitos.

¿Se producen más caries cuando estás embarazada?
Se sabe que durante el embarazo puede cambiar la composición de la saliva y aumentar las bacterias que producen caries en los dientes. Estos microorganismos acidifican el medio oral hasta llegar a dañar el esmalte dental, que es la coraza del diente. Una vez han rebasado esta barrera del esmalte, llegan a la dentina y pueden seguir camino mucho más fácilmente hasta la pulpa, que es el corazón del diente.
En el embarazo, aunque es cierto que los estudios no son concluyentes, sí que apuntan a un posible aumento de estas colonias de microorganismos cariogénicos en boca. Además, hay otros factores que pueden incrementar el riesgo de caries en la embarazada: cambios en los hábitos de dieta, en la frecuencia de comidas y la dificultad para cepillarse la boca después de todas las ingestas.
¿Qué ocurre en las encías?
Los cambios hormonales en la mujer gestante, con la progesterona como gran protagonista, combinada con la dificultad de mantener una higiene oral estricta, hace que aumente el riesgo de gingivitis o inflamación de las encías. Es muy frecuente que la encía de la embarazada esté más oscura, hinchada, lisa y puede sangrar con facilidad al contacto.
Si la gingivitis no se trata puede acabar destruyendo los mecanismos de soporte del diente con pérdida irreversible del hueso donde se ancla. Aquí ya no se habla de gingivitis propiamente dicha sino de enfermedad periodontal y puede acabar en la pérdida de las piezas dentales afectadas.
Por otro lado, hasta en el 10% de las mujeres embarazadas, sobre todo en el segundo trimestre, aparecen unos bultitos hinchados en la línea de las encías, entre los dientes. Son indoloros pero sangran con facilidad. Se llaman granulomas piógenos y aunque coloquialmente se conocen como "tumores del embarazo", no son cancerígenos. Son autolimitados y por lo general desaparecen después del embarazo aunque se pueden extirpar si molestan de forma muy sencilla con un poquito de anestesia local.
¿Puede afectar todo esto al bebé?
No hay que alarmarse pero debemos saber que la situación en la boca de la madre puede, efectivamente, tener repercusión en el bebé. Respecto a la caries, se ha visto que madres con mala salud oral tienen mucho más riesgo de pasarle al recién nacido bacterias cariogénicas, lo que resulta muy a menudo en un dramático incremento de la caries infantil.
En cuanto a las alteraciones en las encías, varios estudios demuestran asociación entre enfermedad periodontal y problemas en el embarazo. Esto incluye diabetes gestacional, preeclampsia o problemas de hipertensión en el embarazo, partos pretérmino, bajo peso en el recién nacido e incluso mortalidad fetal.
No se sabe bien por qué sucede esto pero parece que tiene que ver con cambios en la respuesta inflamatoria del organismo a sustancias liberadas por los microorganismos que producen la enfermedad periodontal.
Consejos para el cuidado dental y oral:

1. Informar debidamente al dentista. Es importante que tu dentista tenga conocimiento de tu embarazo tan pronto este suceda. Existe cierta incertidumbre con las exámenes radiológicos y el embarazo, pero actualmente se ha demostrado que el riesgo en ínfimamente bajo durante esta etapa. Por otro lado, es conveniente que, en caso de poseer alguna infección o problema dental, realices el tratamiento pertinente cuanto antes para evitar cualquier consecuencia grave a futuro.
2. Acudir a revisiones trimestrales. Durante el embarazo la mujer atraviesa por diferentes etapas y cambios hormonales los cuales pueden comprometer la salud bucal. Por ello, es importante acudir periódicamente - trimestral - a tu dentista de confianza, de forma que puedas realizar cualquier acción preventiva. En caso de tener la posibilidad de solo una visita, el mejor momento para hacerlo es entre el cuarto y sexto mes de gestación.
3. Estar alerta ante los problemas periodontales. Los signos y síntomas de cualquier alteración o problema no se deben ignorar, ya que puede derivar en problemas más serios en los tejidos de soporte del diente, es decir, en periodontitis.
Durante el embarazo el riego sanguíneo está aumentado normalmente, lo que trae una marcada vasodilatación en las encías. Si la gestante no tiene una correcta higiene oral, traerá como consecuencias un mayor sangramiento y en algunos casos el desarrollo de épulis gravídico, que resulta bastante molesto aunque puede ser removido quirúrgicamente por el odontólogo..
4. Realizarse tratamientos para evitar caries. Como se comentó anteriormente, durante el embarazo ocurren una serie de cambios en la mujer, y una de estas víctimas es la saliva, la cual sufre cambio en su composición.
Estos cambios aumentan el riesgo de que se presenten caries en los dientes y es importante evitarlos. Durante los nueve meses del embarazo suelen presentarse náuseas y vómitos o cambios en la composición de la saliva (se tiene un PH más ácido), que puede causar un mayor riesgo de caries y erosión dental. Para ello es recomendable el tratamiento con flúor que nos ayudará a prevenir la caries.
5. Cepillarse después de cada comida durante al menos 2 minutos. Es conveniente cepillarse los dientes como mínimo dos veces al día, aunque preferiblemente después de cada comida y tomarse el tiempo necesario, ya que hay que dedicar como mínimo dos minutos para cepillarse y poder eliminar la placa que continuamente se forma sobre los dientes.
6. Usar un cepillo de cerdas finas. Debe ser de cabeza pequeña (es más fácil que llegue a todos los dientes), con cerdas suaves de puntas redondeadas.
7. Reemplazar el cepillo de dientes cada 3 meses.
8. Alimentación saludable y equilibrada. Aunque no es posible hacer nada para minimizar el efecto de las hormonas en tus encías, sí existen ciertos hábitos que te ayudarán a mantener tu boca saludable, y uno de ellos es una alimentación saludable. Que la madre ingiera vitaminas A y D y minerales como el calcio y el fósforo es básico para la formación de los huesos y los dientes del bebé.
9. Beber mucha agua. Una adecuada hidratación mejorará la circulación sanguínea, nos ayudará a conservar la temperatura corporal y tolerar mejor el calor y además, contribuirá a un adecuado y saludable embarazo.
10. Derribar mitos. Las mujeres deben saber que durante el embarazo no se pierden dientes ni tampoco el feto "absorbe" el calcio de los dientes de la mujer para formar los suyos. Si sigues los consejos anteriores, después de los 9 meses podrás decir que pasaste por una linda etapa sin complicaciones.